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EL ORIGEN DE OMAÑA |
En la actualidad existen varias teorías sobre el origen del nombre de Omaña. La más comúnmente aceptada es la que hace referencia a su procedencia romana. Según ésta los funcionarios imperiales llamaron Homus Manium (hombres-dioses) a los indígenas de estos valles por apreciar en ellos la fuerza y resistencia de los dioses. Es por ello que el nombre de esta tierra fue interpretado como "tierra de hombres dioses", atribuyendo algunos historiadores al propio Tito Livio la imposición de esta denominación.
Otra teoría centra el origen de la palabra Omaña en Humania, por la gran proliferación de castros que existían en la zona ya antes de la romanización. Construcciones que aún hoy son visibles y visitables en pueblos como Castro de la Lomba, Omañón o Murias de Paredes.
Sea como fuere, la historia de Omaña resulta más que compleja y de todo punto variada. Buena muestra de ello es la gran cantidad de restos de todas las épocas que aquí aún se conservan y que ofrecen todo un mundo de estudio y contemplación.
A estas tierras llegaron los romanos en busca de oro para su imperio, de tal forma que a lo largo de la ribera del río Omaña se encuentran las explotaciones más importantes de oro de la provincia tras Las Médulas (El Bierzo). Las grandes obras de ingeniería romana, con sus kilométricos canales para conseguir dotar al agua de una energía potencial capaz de elevar la presión y reventar montañas para proceder después al lavado de aluviones, dejaron su huella a lo largo de la gran ribera del río Omaña, haciendo posible encontrar hoy en día los restos de diversas explotaciones auríferas en la comarca, siendo las más representativas las de El Castillo, Barrio de la Puente, Valdesamario y La Garandilla.
A pesar de todo ello,los documentos escritos más fiables se encuentran a partir de la Edad Media, época en la que la gran proliferación de monasterios permitió la recogida de numerosa documentación histórica. Además, los restos medievales son aún patentes en edificaciones como El Castillo de Benal o El Castillo de Trascastro. Incluso algunos historiadores sitúan a la brumosa ciudad de Urbicua (cuya localización es un misterio) en Omaña, concretamente en el pueblo conocido hoy como El Castillo, en el que actualmente sólo quedan restos de explotaciones auríferas, antiguos sepulcros y paredes de lo que se cree fue una antigua ciudad.
Y es que, Omaña también ha sido una importante zona de paso, sobre todo desde que se iniciara la peregrinación a Santiago, ya que la permanente inseguridad que antiguamente reinaba en el Camino por miedo a los musulmanes, llevó a muchos peregrinos a abandonar las antiguas y cómodas vías para adentrarse en las escarpadas montañas leonesas, cuyos pasos transcurrían en gran parte por Omaña. Es más, aún a día de hoy muchos son los peregrinos que se salen del itinerario marcado con el objetivo de conocer estas antiguas vías que, al igual que antaño, cuentan con refugios para el descanso del viajero.
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